
La pandemia evidenció una profunda fragilidad en la capacidad financiera de los latinoamericanos. La gran cantidad de trabajos y negocios perdidos, sumada a los voluminosos endeudamientos de las personas, demostraron que la forma en la que se maneja el dinero en LatAm tiene grandes oportunidades de mejora. Esta situación ha impulsado el crecimiento de las fintechs, emprendimientos basados en tecnología que brindan productos y servicios digitales que son personalizados, efectivos y ágiles.
¿A qué se debe esta capacidad financiera limitada?
Aunque se le pueden adjudicar diversas causas al problema, las que más resaltan son la falta de educación económica y financiera en la región, además de la ineficacia de los servicios tradicionales para ofrecer soluciones a los variados nichos de mercado que existen.
En un grupo de encuestas realizadas por el Banco de Desarrollo de América Latina a personas de Perú, Ecuador, Brasil y Colombia, un 61% de los entrevistados aseguró no haber ahorrado en el último año y otro 62% indicó que sus ingresos no le permitían llegar a fin de mes (2019, 2020). En ese sentido, la educación financiera es clave para que las personas y empresas tomen mejores decisiones para cuidar su bienestar económico a corto y largo plazo.
Asimismo, los servicios financieros tradicionales han demostrado ser lentos y requerir de mucha información y procesos previos para desarrollar un producto. Adicionalmente a esto, existe una gran variedad de perfiles de usuario que, a la vez, poseen diferentes necesidades entre sí. Todo lo anterior colabora en la exclusión de diversos grupos para el uso de la banca, siendo estos típicamente las microempresas y personas de escalas socioeconómicas bajas.
Una prometedora respuesta al problema
Aprovechando la acelerada adopción tecnológica en la actualidad, aparecen las fintechs, startups dedicadas a resolver necesidades financieras de forma ágil y personalizada. Las fintechs han logrado afianzarse en el mercado a través del desarrollo rápido de productos que, por lo general, están orientados hacia una necesidad financiera en particular y un tipo de usuario específico. Esto les ha permitido también iniciar colaboraciones con bancos y entidades financieras tradicionales, que tienen una menor capacidad de innovación y adaptabilidad por su tamaño y obligaciones regulatorias.
Dentro de ese marco, Latinoamérica aparece como un mercado prometedor pues, de acuerdo a datos de Pitchbook, solo hasta inicios de agosto de este año se habían levantado $12 mil millones en Venture Capital, más que todo el capital invertido en los últimos 3 años combinados (2021). Más aún, en LatAM el rubro Fintech representó en 2020 el 40% del capital total invertido en la región (LAVCA, 2021). Asimismo, el mayor capital levantado en la región este año ($1.15 mil millones) lo recibió la fintech Nubank de Brasil, alcanzando una valuación de $30 mil millones y colocándose como la séptima startup más valiosa del mundo.